La principal misión de un administrador de propiedad horizontal es asegurar la paz, la buena convivencia y el correcto funcionamiento de la comunidad. Más allá de sus funciones administrativas establecidas por la Ley 284 de 2022, el administrador debe guiar a la Junta Directiva y velar por que todos los propietarios disfruten de una buena calidad de vida en un ambiente armonioso. Esto implica resolver disputas, asegurar el cumplimiento de normas y fomentar un ambiente en el que todos los vecinos se sientan cómodos y seguros en sus hogares.
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